8/3/10

El 'duende' flamenco... y el 'pellizco', y el 'olé'... según Morente

"La Pelota se sienta junto a Morente y comienza una discusión sobre lo que puede ser la mala follá granaína. "Cádiz y Granada son como las dos caras de una moneda, y claro que tenemos mala follá, pero es una forma de ser blanca y limpia, es un humor comparable a lo que podríamos llamar ser flamencos", asegura Enrique Morente. No todo son risas, el maestro también responde a las curiosidades de sus interlocutores. Sobre todo, respecto a lo que más sabe: el secreto del duende. "El tiempo ahora es otro.

Las manecillas del reloj tienen más mala idea que antes. El flamenco está más estandarizado que antes. Hay más peligro de que todo se parezca. Pero eso lo arreglan los artistas. Lo arregla la gente que tiene arte. Y ¿dónde está el arte? La luna llena, por ejemplo, tiene que ver con el estado anímico, y el estado anímico del que escucha tiene que ver con el arte. Te das cuenta, por ejemplo, de que cada vez que sales de copas es porque está la luna llena ahí arriba. Cada vez que sale la luna, el día siguiente es malo, porque ando por ahí, trasnocho. La luna que antes me encantaba, ahora veo que tiene mala follá, la mala luna". (...)

Volvamos a los buenos cantaores, al flamenco de raza. ¿Qué hace falta? "El pellizco es un concepto muy ambiguo, pero hay que tenerlo. Muchas veces te dan ganas de coger unos alicates para explicar lo que es el pellizco. Canta bien, pero no tiene pellizco; o tiene pellizco, pero no canta tan bien… Pero, ya sabes, los flamencos somos muy exagerados. El pellizco lo tiene aquel que tiene la impronta de quejarse con personalidad y de transmitir. Todo está en la transmisión. El secreto está en transmitir. En una ráfaga hacer un detalle que transmita; y de ahí viene el olé… Pero un olé a destiempo es como un chiste sin gracia, que los hay.

Y también los hay compraos; que nos puede costar un dineral un olé. Pero cuando es de corazón, se nota mucho. Y al público no le puedes pagar un olé. Y luego está el olé por efectismo, no por efectividad. No me gusta el olé gratis; no hay arte cuando lo sabes, y yo he dejado de hacer cantes porque sabía que tenía el olé gratis. Los más flamencólogos y flamencólicos creen que cuanto más analfabeto se sea, más pellizco se tiene. Pero a mí me parece que el conocimiento no quita la pasión. Yo me he convertido en más pluralista y tolerante por juntarme con muchos poetas y escritores". ('Los Morente se hacen más grandes', El País Semanal, 29/11/2009, p. 76 y ss.)